Situación económico-financiera

La facturación de tasas ha alcanzado un total de 40,65 millones de euros frente a los 40,83 millones de euros del ejercicio 2018. El resto de la cifra de negocio, con un importe facturado de 4,48 millones de euros lo forman los ingresos por servicios tarifarios, que se han visto minorados en un -2,48%, debido principalmente por la caída en las ocupaciones de superficie y limpieza en muelles, acorde con el descenso en el tráfico de graneles sólidos, que se ha compensado con las tarifas relacionadas con el dragado de muelles particulares y el uso de rampa ro-ro.

Del importe neto de la cifra de negocio el 68,28% corresponde a las tasas de utilización y tarifas, donde se refleja de forma más directa la situación de los tráficos y donde además del volumen influyen otras variables como la naturaleza de las mercancías, la forma de presentación, los tipos de buques y las estancias o los muelles que se utilizan y el 31,72% restante, con carácter más fijo, corresponden a las tasas de ocupación y actividad relacionadas con el dominio público portuario, aunque la tasa de actividad relacionada con dicha ocupación en algunas concesiones, como las terminales de mercancías, también se ve afectada por los tráficos. Las tasas de utilización, más relacionadas con el tráfico portuario han mostrado una disminución del -0,49%, alcanzando los 25,99 millones de euros frente a los 26,13 millones de euros del ejercicio 2019, quedando un 9,98% por encima de las previsiones del ejercicio, donde se contemplaba la aplicación de bonificaciones y coeficientes reductores que no llegaron a ser efectivos por la falta de aprobación de la Ley de presupuestos.

Las tasas de ocupación y actividad relacionadas con el Dominio Público Portuario, alcanzaron en el ejercicio 2019 un volumen de 14,31 millones de euros, un -0,52% inferior a los 14,39 millones de euros facturados en 2018.

Dentro de la partida de otros ingresos de explotación, por importe de 2,72 millones de euros, se ha producido una disminución del -9,89% destacando la disminución en la facturación por incumplimiento de tráficos mínimos, que en 2018 se facturaron partidas pendientes de ejercicios anteriores.

Al margen de los ingresos comentados, hay que destacar la partida de ingresos financieros, donde se incluyen los ingresos generados por las posiciones de tesorería, aunque también se recogen intereses de demora, de apremio, aplazamientos o préstamos. Respecto a la primera partida, estos se han visto afectados negativamente por el descenso en los tipos de interés con la que las entidades financieras remuneran su pasivo, como consecuencia de la política monetaria del Banco Central Europeo para estimular la economía europea tratando de dar más liquidez al sistema financiero. Si a los bajos tipos de interés se le añade la recuperación de la inflación, se está produciendo una pérdida del poder adquisitivo, que será difícil de contrarrestar dadas las dificultades para asumir riesgos con las que se encuentra la administración pública en general y de la Autoridad Portuaria en particular.

En cuanto a los gastos generados por la explotación, incluidas las amortizaciones, supusieron 42,45 millones, frente a los 45,86 millones de euros de 2018, un -7,43% menos, debido principalmente a la partida de reparaciones y conservación y otros gastos de gestión corriente dentro del epígrafe otros gastos de explotación, donde en 2018 se recogieron los gastos ocasionados por los temporales que azotaron la costa onubense a principios de año.

Respecto al presupuesto aprobado, la partida de gastos de personal se situó un -6,76%, motivado por la no cobertura de plazas previstas y la partida de otros gastos de explotación lo hizo en un -16,72%, manteniendo dicha diferencia por el retraso en la aprobación del presupuesto revisado y la no ejecución de actuaciones previstas, como la rehabilitación del Muelle de Tharsis.

Es importante reseñar que el fondo de compensación interportuario aportado ha sido de 1.137.000,00 euros, mientras que el recibido fue de 265.000,00 euros, resultando una aportación neta de 872.000,00 euros, que suman en el apartado de gastos de explotación. Teniendo en cuenta la previsión para el Impuesto de Sociedades, el beneficio final del ejercicio asciende a 10,78 millones de euros, frente a los 4,08 millones de euros del año anterior.

La rentabilidad anual objetivo, donde se excluyen los ingresos y gastos que distorsionan el resultado, se ha situado en un 2,69%, algo inferior al 3,05% del ejercicio anterior a pesar del aumento en el resultado del ejercicio, ya que la partida destinada a la reparación de daños del temporal quedó excluida para el cálculo de la rentabilidad del ejercicio 2018.

Las ratios de tesorería demuestran que se dispone de sobrada capacidad para hacer frente a las deudas, en particular, el ratio de tesorería inmediata para cubrir el pasivo corriente, se sitúa en un 7,57, cuando lo recomendable sería situarlo entre el 0,5 y el 1, donde la tesorería disponible fuese suficiente para atender el pasivo a corto plazo, sin que exceda más de lo necesario, para evitar los recursos ociosos. Este ratio tan elevado se debe a que la tesorería disponible se está colocando a corto plazo al no disponerse de productos financieros a largo plazo que se adecuen a los requerimientos de la Autoridad Portuaria. De los 170,48 millones de tesorería a final del ejercicio 2019, las posiciones a corto plazo o disponible asciende a 149,82 millones de euros. Esta circunstancia ha hecho que durante el año 2019, donde los recursos procedentes de las operaciones han ascendido a 20,81 millones de euros, se haya producido un aumento del Fondo de Maniobra en 1,23 millones euros, situándose en 147,47 millones de euros.

La ratio de gastos de explotación entre ingresos de explotación en 2019 ha sido del 87,36%, descontando el fondo de compensación y las insolvencias. Para los próximos ejercicios, teniendo en cuenta las amortizaciones de las nuevas inversiones que se realicen, este ratio tiende a incrementarse. No obstante, el EBITDA mantendrá unos niveles similares a lo largo de los ejercicios incluidos en el Plan de Empresa, garantizándose la estabilidad financiera.

En otro orden de cosas cabe señalar que el Balance ofrece una imagen financiera y patrimonial muy sólida. El Inmovilizado se financia en su totalidad con Fondos Propios y no existe endeudamiento ni a largo ni a corto plazo, que no sea el derivado del normal funcionamiento de la Entidad. La entidad está haciendo frente a sus compromisos de pago sin problemas, siendo las deudas existentes las derivadas del funcionamiento normal de la actividad. En este sentido, cabe recordar que se cumple con el periodo medio de pago a proveedores de 30 días establecido en la Ley de lucha contra la morosidad.